Una cuestión que siempre se plantea y que raramente se acierta a la primera, es saber cual es la mejor opción, a la hora de escoger nuestras sartenes y baterías de cocina para inducción.
Porque, aunque sean muchos los modelos, que dicen ser para inducción, muchas veces nos encontramos con que en realidad, no funcionan correctamente. Y como para conseguir un óptimo resultado con nuestras placas de inducción, necesitamos acertar con nuestro menaje de cocina, vamos a intentar realizar un buena guía de compra.
La primera prueba, fundamental, es comprobar que la base sea ferromagnética. Con un simple imán se puede realizar, si este se pega al culo de la sartén, empezamos bien.
Después de esto, nos toca revisar que la base de nuestra sartén, sea lo más lisa y gruesa posible. La más recomendadas son las bases tipo Sandwich.
A continuación, y por último, nos aseguraremos de que la base del recipiente sea lo más grande posible. Que esta se ajuste lo máximo posible al tamaño de la boca del recipiente. Asegurándonos así una óptima difusión del calor.
Otro punto a tener en cuenta, es el propio tamaño de la sartén. Este debe ajustarse también a la forma de la zona de cocción y que cumpla con el tamaño mínimo y máximo detectado en cada una de ellas.
Este último paso, no sería necesario con las nuevas zonas de cocción flexibles o con una vitrocerámica de inducción total. Pues sus inductores más pequeños detectan tamaños inferiores.
Los principales fabricantes de electrodomésticos, cuentan en sus catálogos con recipientes adecuados para sus marcas. Así que, para asegurarnos de acertar, podemos adquirir su menaje de cocina. Así por ejemplo, sabremos con seguridad que nuestra función de control de temperatura del aceite, funcionará a la perfección.