Quiero reformar mi cocina ¿Cuánto tiempo antes debo realizar el estudio?

Adquirir una cocina, es como la versión abreviada y complementaria de adquirir una vivienda. Porque en ella es donde, desde siempre, la gente pasa gran parte de su tiempo y crea entrañables recuerdos.

Se puede decir, que no solo se compran objetos prácticos o bonitos, sino que se adquiere ilusión, sensaciones de hogar, de bienestar y familia… Ya solo por esto, va a merecer la pena tomarse su tiempo.

Y con este artículo, queremos animaros a ello. Porque este tipo de inversiones, son para media vida.

Sabemos que, hoy en día, vamos siempre corriendo a todas partes. En muchas ocasiones, venís con prisa, porque ya tenéis al albañil trabajando y necesitáis los muebles ya, o porque necesitáis decirle donde van las tomas, desagües, enchufes, etc… A veces nos pasa que el tiempo que nos dais, no nos da para realizar un estudio con todo lo que ello conlleva.

Aunque los que nos dedicamos a esto sabemos mucho y hemos realizado muchos proyectos, las necesidades de cada uno son diferentes y un buen estudio, lleva tiempo y dedicación.

Cada poco tiempo, tenemos novedades y mejoras también. Muchas veces os sorprendéis de las posibilidades. Podéis venir con una idea, pero luego cambiarla debido a esto.

Cuanto más tiempo podamos pensar en vuestro proyecto, más ideas pueden surgir. Más podemos adecuarnos a las necesidades individuales, así como conseguir aprovechar mejor el espacio disponible.

También, más tiempo para dedicar a los oficios y poder indicarles, en tiempo y forma, como y donde irá situado todo en el proyecto.

Un punto a tener en cuenta, con más tiempo, mejor organización habrá, con mejores sinergias entre los diferentes oficios. Desde que se empieza hasta que se termina, la obra podrá ir más fluida y durará menos.

Otro factor importante, cuando se realiza una reforma nueva, es que, si ya está la obra finalizada cuando comenzamos el estudio, nos deja menos margen a la imaginación, pues ya están situadas tomas, desagües, enchufes, etc…

En definitiva, la reflexión que queremos transmitir es que, una reforma, es para muchos, muchos años. Por lo que merece la pena adelantarse y hacerlo sin prisa, aunque sin pausa 😉

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